Suerte de tango post-apocalíptico desde Italia. En las entrañas de un refugio anti-bombas Gardel sigue vivo resonando en el búnker con violines y acordeones. Claro que esto no es Gardel. Tampoco es Tango. Tampoco es Rock ni Folk ni Gothic. Como diría el buen Atreyu, "no creo en las etiquetas".
Qué suerte que la música, una vez escuchada, no necesita explicación ni etiquetas.
Baja pé
jueves, 13 de octubre de 2011
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