lunes, 5 de octubre de 2009

Pink Panther Punk (1981)


Puedes saber de música. Puedes tener una gran colección de discos. Puedes comentar con tus amiguitos sobre el grupo punk-shoegaze-industrial-metal-jazz-folk-glam-polka-stoner-kraut-grindcore de moda, pero dinos decadente lector, ¿En cuál de tus conversaciones pseudo-intelectuales se mencionó alguna vez a la pantera rosa?


Sí, te conozco. Compras tu ron y comienzas a hablar de música: comparando, debatiendo, refutando. Se vuelve una competencia, quien sabe más gana. Hasta que alguien te pregunta “¿Y escuchaste el disco de la Pantera Rosa?” Callas durante 4 minutos -no tienes referencias siquiera-, intentas cambiar de tema, cuentas un chiste, te sirves otro vaso, pero ya nada es lo mismo. Secas tu ron, te vas sin despedirte, llegas a casa, te miras al espejo durante 32 minutos y después te entierras bajo la almohada. No escuchas música en 7 días.


Es que hay veces que a uno le provoca dejar de escuchar música tan pretenciosa y darse el tiempo de ponerle play a algo bien intencionado. Un disco corto, covers más que nada, pero si viene con la firma de cierta pantera rosa, no puede ser tan malo. Nada es tan malo al extremo que nada bueno tenga.


Tará tará tarará

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